Una corte contra el crimen organizado de El Salvador impuso penas de más de 1.000 años de cárcel a miembros de un «grupo de exterminio» integrado por expolicías, exmilitares y vigilantes privados de seguridad. Este grupo, que operaba en la zona oriental del país, fue responsable de 32 asesinatos, 2 intentos de homicidio, 12 robos agravados y 6 extorsiones. Según la Fiscalía, los condenados usaban uniformes similares a los de la policía o el ejército para simular allanamientos y cometer estos crímenes. Entre las víctimas se encuentran un maestro, un ingeniero y varios pandilleros. Los hechos ocurrieron entre 2018 y 2021 en los departamentos de Usulután y San Miguel.
𝗦𝗼𝗺𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗥𝗲𝗱 𝗱𝗲 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗼𝘀 𝗔𝗹𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗲 𝗜𝗻𝗱𝗲𝗽𝗲𝗻𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀
Fuente del Medio Digital ACR Mundo
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