A finales de Enero, el precio del tomate sigue siendo un tema de preocupación para los costarricenses. Las lluvias registradas meses atrás han sido señaladas como una de las causas principales del incremento en los costos. Sin embargo, la dependencia de la producción local, ante la imposibilidad de importar el producto, ha intensificado el impacto en los márgenes de ganancia de los comercios.
Para muchas familias, adquirir este producto básico se ha convertido en un lujo inalcanzable, complicando aún más la economía de los hogares. Además, cabe destacar que el tomate figura entre los tres productos agrícolas que más químicos requieren durante su producción, un dato que despierta cuestionamientos sobre su accesibilidad y sostenibilidad.
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